domingo, 24 de abril de 2016

Diálogos en el Vaticano, 27. AQC.909


Tiempo de espera, 10
- e.
Sorprendidos de tanto amor presente en la relación afectuosa y única de una mujer y un hombre, que se han encontrado, sin buscarse, y se  han sabido ya preelegidos por el Autor mismo del Amor y de la Vida, una vez comprendido que la existencia de ambos no es ya posible sin su mutua y libre colaboración y respeto a la voluntad de su Creador.
- f.
Y como El nos amó primero, nos mostró que la capacidad humana de amar no tiene ni límites ni fin.
- g.
Esta realidad solo puede entenderla el que ha sido alcanzado por el Amor Divino coincidente simultáneo de la pareja, hombre y mujer, macho y hembra, que por encima de la atracción física y sexual, se sienten llamados a engendrar unos cuerpos que a su tiempo serán ocupados y animados del espíritu y soplo  divino del alma.
- h.
Si Él ha enriquecido a la naturaleza para que premie con el placer tan sublime de la sexualidad, habrá que concluir que tal placer es una muy justa compensación y aliciente por los dolores, desvelos, amarguras y lágrimas que a lo largo de la vida sobrellevarán la mujer y el hombre, la pareja,,  que, en riguroso cumplimiento de sus deberes,  afrontan durante toda la vida el alimento, el vestido, los estudios, las enfermedades y la forja de nuevos hombres y mujeres, y esto hasta hoy.
- i.
Cuando llegue su momento dedicaremos amplios espacios y páginas a toda esa complejidad existencial que llena de sufrimiento y también de felicidad en el día a día, noche a noche de la comunidad íntima, silenciosa y tan rica en saludables satisfacciones espirituales en la realidad de una convivencia  familiar.
- j.
Pasó el tiempo, rápido y fugaz; se abrió el nuevo curso con toda la ilusión renovada y razonable esperanza de mejora en los estudios y en la política española con un nuevo poder y Gobierno democrático, monárquico y constitucional, en que cupieron todas las ideas, actitudes y tendencias, desde la extrema derecha a la extrema izquierda; con el paso del tiempo, se irían esclareciendo ciertas ideas y posturas que han ido colocando a cada uno en su lugar correspondiente.

Con estas premisas y realizados todos los trámites, solicitamos la celebración del Sacramento del Matrimonio Canónico ante el Arzobispado de Madrid-Alcalá, con el deseo de que nuestra unión tuviera lugar en la parroquia de Nuestra Señora de las Angustias de Aranjuez.

El propio Arzobispado envió redactada el Acta y un Delegado que asistió a la ceremonia, presidió la firma de contrayentes, testigos, celebrante y la suya propia, devolviendo el Acta a la Curia, de forma que, por su carácter reservado, no se registra en la Parroquia.
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Documentación de archivo:
Documentos de Archivo:
1. Mi Solicitud de Dispensa
2. Comunicación de Rescripto Papal concediendo la solicitada Dispensa
3. Mi aceptación personal oficial de la Dispensa
4. Acta de Matrimonio Civil
5. Acta de Matrimonio Canónico
6. Libro de Familia, en que anotar el Registro del Matrimonio, el nacimiento d los hijos y las Defunciones, con la firma y sello del Correspondiente Registro Civil.
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