sábado, 30 de julio de 2016

Diálogos en el Vaticano, 61. AQC. 943.


Momento cumbre y solemne en que, puestos de acuerdo relativo todos los elementos energéticos, la Sabiduría infinita del Creador coloca en medio del Paraíso con maestría divina la más grande y perfecta obra salida de sus manos con amor infinito:

creó al hombre del que formó, igual a el, a la mujer; hombre y mujer los creó con un valor complementario.

Y les ordenó que pusieran nombre a todas la cosas y gobernaran el mundo con justicia y equidad, con su trabajo, con su alegría, esperanza,  fe y amor.

Miguel Ángel, entre el sueño y la vigilia, de noche y de día, con lágrimas, hambre, calor y frío, ha ido narrando la vida y milagros de Patriarcas, Poetas y Profetas,

Jueces y Reyes, la historia de una salvación que culmina con un Juicio Final, cuyo supremo Juez es el Verbo que se hizo carne entre nosotros, muriendo y resucitando por la culpa y el pecado del mundo libre y, por ende, acreedor y deudor responsable del bien y del mal que hace posible la expresión de amor eterno de su Señor y Creador:

“VENID, BENDITOS DE MI PADRE...
....porque…

- tuve hambre y sed.....y me disteis de beber y comer;
- estuve enfermo y en la cárcel... y me visitasteis;
- estaba desnudo... y me disteis vestido.

También fue posible la expresión más horrible y
dolorosa que puede salir de los labios supremos de quien ha muerto de amor por los suyos:

“APARTAOS DE MI, MALDITOS...
... porque…

- “me visteis desnudo, hambriento, sediento, enfermo, en la cárcel, leproso, marginado y abandonado de todos ... y pasasteis de largo.”

“¿cuando te vimos así... 
y te atendimos o  te despreciamos?”

“siempre que lo hicisteis,
o dejasteis de hacerlo
con alguno de esos hermanos mas pequeños...
  me lo hacíais a mi”.
…….

Había visto fotos, películas y leído artículos sobre esta obra pictórica única y máxima de la historia del arte universal; pero cuando estuve abrazado por sus paredes y su bóveda, sentí el calor de una  Historia tan Sagrada,  de la que todos somos parte, hijos, protagonistas,  admiradores y beneficiarios.

Una síntesis, resumen, compendio, descripción y seguimiento, catequesis y aula teológica de toda la Biblia, la Patrística, investigación y doctrina de los
Concilios y homilías de la Historia completa de la Salvación, que predica la Iglesia de nuestros amores y desprecios humanos, la que en el día a día,  en la noche a noche de nuestra existencia, vela de forma permanente junto a los enfermos, los leprosos, los encarcelados, los heridos, los bebés, los inválidos, los ancianos, las personas abandonadas y dejadas  de la mano de todos, supe descubrir la presencia
del Espíritu que anima, consuela, llena de fuerza y valor a los caminantes de todos los senderos por la piel de este Planeta  Azul, nuestra casa en el tiempo.

La Capilla Sixtina no es “ para verla en una hora y ya está”; como tantos monumentos del pasado con presente y futuro, nos superan por completo; su contemplación debe perdurar mientras vivimos y aprender de ellos los mensajes dejados ahí para los que quieren y saben descubrirlos.

Aún hoy, cuarenta años después, con la vista muy estropeada por una mal tratada retinopatía, sufrida a consecuencia de una diabetes aguda contraída al año de mis viajes apostólicos estancia en México (1997-2003), cuando tengo deseos de releer la Biblia, con los dos ojos cerrados y la mente concentrada, hago un recorrido por los distintos clic de mi retina opaca, donde están grabadas todas las escenas y pasajes que Miguel Ángel  dejó dibujadas, coloreadas con arte máximo, y maestría única,  doy gracias a Dios que inspiró tanta capacidad de síntesis, belleza y arte.
…….


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