Momento cumbre y solemne en que,
puestos de acuerdo relativo todos los elementos energéticos, la Sabiduría
infinita del Creador coloca en medio del Paraíso con maestría divina la más
grande y perfecta obra salida de sus manos con amor infinito:
creó al hombre del que formó, igual a
el, a la mujer; hombre y mujer los creó con un valor complementario.
Y les ordenó que pusieran nombre a
todas la cosas y gobernaran el mundo con justicia y equidad, con su trabajo,
con su alegría, esperanza, fe y amor.
Miguel Ángel, entre el sueño y la
vigilia, de noche y de día, con lágrimas, hambre, calor y frío, ha ido narrando
la vida y milagros de Patriarcas, Poetas y Profetas,
Jueces y Reyes, la historia de una
salvación que culmina con un Juicio Final, cuyo supremo Juez es el Verbo que se
hizo carne entre nosotros, muriendo y resucitando por la culpa y el pecado del
mundo libre y, por ende, acreedor y deudor responsable del bien y del mal que
hace posible la expresión de amor eterno de su Señor y Creador:
“VENID, BENDITOS DE MI
PADRE...
....porque…
- tuve hambre y sed.....y me disteis de
beber y comer;
- estuve enfermo y en la cárcel... y me
visitasteis;
- estaba desnudo... y me disteis
vestido.
También fue posible la expresión más
horrible y
dolorosa que puede salir de los labios
supremos de quien ha muerto de amor por los suyos:
“APARTAOS DE MI,
MALDITOS...
... porque…
- “me visteis desnudo, hambriento,
sediento, enfermo, en la cárcel, leproso, marginado y abandonado de todos ... y
pasasteis de largo.”
“¿cuando te vimos así...
y te atendimos o te despreciamos?”
“siempre que lo hicisteis,
o dejasteis de hacerlo
con alguno de esos hermanos mas
pequeños...
…
me lo hacíais a mi”.
…….
Había visto fotos, películas y leído
artículos sobre esta obra pictórica única y máxima de la historia del arte
universal; pero cuando estuve abrazado por sus paredes y su bóveda, sentí el
calor de una Historia tan Sagrada, de la que todos somos parte, hijos,
protagonistas, admiradores y
beneficiarios.
Una síntesis, resumen, compendio,
descripción y seguimiento, catequesis y aula teológica de toda la Biblia, la
Patrística, investigación y doctrina de los
Concilios y homilías de la Historia
completa de la Salvación, que predica la Iglesia de nuestros amores y
desprecios humanos, la que en el día a día,
en la noche a noche de nuestra existencia, vela de forma permanente
junto a los enfermos, los leprosos, los encarcelados, los heridos, los bebés,
los inválidos, los ancianos, las personas abandonadas y dejadas de la mano de todos, supe descubrir la
presencia
del Espíritu que anima, consuela, llena
de fuerza y valor a los caminantes de todos los senderos por la piel de este
Planeta Azul, nuestra casa en el tiempo.
La Capilla Sixtina no es “ para verla
en una hora y ya está”; como tantos monumentos del pasado con presente y
futuro, nos superan por completo; su contemplación debe perdurar mientras
vivimos y aprender de ellos los mensajes dejados ahí para los que quieren y
saben descubrirlos.
Aún hoy, cuarenta años
después, con la vista muy estropeada por una mal tratada retinopatía, sufrida a
consecuencia de una diabetes aguda contraída al año de mis viajes apostólicos
estancia en México (1997-2003), cuando tengo deseos de releer la Biblia, con
los dos ojos cerrados y la mente concentrada, hago un recorrido por los
distintos clic de mi retina opaca, donde están grabadas todas las escenas y
pasajes que Miguel Ángel dejó dibujadas,
coloreadas con arte máximo, y maestría única,
doy gracias a Dios que inspiró tanta capacidad de síntesis, belleza y
arte.
…….
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