He perdido la noción del Tiempo y el Espacio; no
se el tiempo que ha transcurrido ya, desde que quedé sumido en una especie de
nube, al socaire de la brisa soleada y humeda del éter sin peso, sin materia y
sin
la distracción del ruido y la materia.
Si me permitís expresarlo sin palabras y podéis
ver desde vuestro espíritu mi insólita situación, podréis percibir esta mi
experiencia interior.
El Tiempo ya no existe y el Espacio es sólo
espiritu.
Contemplo una mesa, rodeada de miles de millones de personas; alegres, de todas
las edades y colores, que rodean el cinturón celeste de la Tierra, nuestro hogar, en que tod@s vivimos la
dimensión temporal y material, y
notamos en nuestro interior el susurro de la espiritualidad, algo confusa, pero
inconfundible:
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