Yy. Ybone puso la guinda desde la
“Huasca”:
No me cabe duda alguna; tenía mis
sospechas sobre el sentido y valor de la ancianidad humana.
Siempre oí criterios negativos sobre la vejez, llamada con el eufemismo
de “tercera edad”.
“Qué terrible es llegar a viejo”
“Ya no vales para nada”
“Envejecer es una desgracia”
No me imaginaba la importancia de
vivir tantos años; teniendo en cuenta la cantidad de niñ@s, jóvenes y gentes
tod@s, que mueren en accidentes y
de ciertas enfermedades raras.
¡Cuántas cosas importantes puede
realizar una persona ancian@ en estos venturosos años de jubilación, descanso
y merecida plenitud!
- Ayudar en la crianza de l@s
niet@s,
- Echar una mano a l@s hij@s, cuando
te lo solicitan,
- Dar una palabra de aliento o de
consejo a otr@s,
- Dar muestras de vigor y ánimo a
los que flaquean ante la realidad áspera e inevitaible de la vida.
Me atrevo a dejaros una afirmación
que creo grande e irrefutable:
LA ANCIANIDAD ES LA GUINDA DE LA
VIDA.
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