Hemos asistido con dolor a las mil situaciones
de parejas humanas, a las que un día se les acabó el amor, “no de tanto
usarlo”, sino de no cultivarlo con la delicadeza y entusiasmo con que un día
nació.
El mundo se ha movilizado con demasiada rapidez
y nos hemos encontrado de repente con una sociedad sin valores trascendentes:
amor, fidelidad, respeto, que quedan sustituidos por la ligereza, el engaño y
la insolencia.
Niñas y niños de matrimonios separados,
sometidos a una crianza descordinada en la ausencia del amor de una pareja biem
avenida en que todo se comparte y genera el equilibrio de una educación
completa; las consecuencias se ven por doquier en una sociedad tan desencajada
como la que nos rodea.
... +
No hay comentarios:
Publicar un comentario