martes, 28 de mayo de 2013

AQC. DCCLXXXIII

EL MUNDO QUE NOS RODEA, XV:

Somos conscientes de que en el paso del tiempo somos vítimas de reclamos comerciales.
¡Cuántas veces hemos adquirido objetos, vestidos y un cualqier otro capricho sólo por dejarnos llevar de la insistente publicidad!
Con mucha frecuencia reconocemos que la reiterativa “canción de sirena” con que nos presentan y nos venden un producto,  es de inferior calidad de otros que existen en el marcado sin promoción alguna.
Hay una especie de “fiebre financiera”, que intenta por todos lo medios posibles, meternos por los ojos una  mercancía que luego resulta ser falsificada.
Por comprar barato, a veces gastamos el doble, al ver que la ganga no servía para nada.
Esta realidad nos rodea en todos los campos de la relación intercambiaria: alimentación, viajes, hoteles y toda una serie de servicios que no responden ni satisfacen a toda una clientela de contrataciones “on
line”;  “sic”: la ganancia se basa en el engaño.
Se promete y no se cumple con lo prometido.
Dichas práticas han fomentado una  tal  desconfianza,
que está acabando con las bases del propio sistema comercial internacional serio y seguro.
¡Y...  así nos va!
“¡El pegamento que no pega!, ¡las tijeras que no cortan! “¡Esta pera está podrida! etc. etc. etc. ...”
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