El amor está en la sopa
en el potaje, en el baño
y en la entrega de la ropa.
¡Cuánto detalle y dulzura
se concentra en la mirada,
en los labios y en las manos
de la esposa enamorada
cuando le dice al marido!:
“toma, mi amor, la camisa
que mis manos han planchado”
¡ cuánta carga psicológica
impregnan estas palabras!:
“¡estás preciosa, amor mío,
con ese talle sublime
con ese cuerpo divino
de este acertado vestido!”
La cereza que le pasas
de tus labios a los suyos
el sabor de la comida
y el hondear de tus rizos
sobre su frente caliente
sobre su pecho encendido
¡Cuánto detalle casero
nos invade en cada instante
cuánto amor hay escondido
en nuestro vivir austero!
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