lunes, 24 de diciembre de 2012

POEMAS DE AMOR, 35

     No hay palabras sin amor:
el Amor todo lo impregna:
pies, cabeza y corazón.
    Qué elevada conclusión
de los que no mancillaron
con el sexo mal usado
su virginidad perfecta:

“acompañan al Cordero,
todos vestidos de blanco
como signo de pureza,
a donde quiera que vaya,”

en Felicidad completa.
    Aunque el sexo sea casto,
revestido de belleza,
no hay pecado en practicarlo
con amor, buena intención.
    De la vida relicario
por la voluntad de Dios,
es amor y castidad,
es honestidad y sexo:
dos fuentes de santidad.
    El colofón de este canto
es una lidia pacífica,
en que se lucha a por fía,
entre el sufrimiento santo,
de ser virgen de por vida;
o crear la vida usando,
con la santidad debida,
el sexo que nos han dado
con amor y sin heridas.

(Fin de Poemas de Amor).



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