“Escuche muchas veces en mi
da que en Andalucía, México y en varios países y culturas
la mujer casada aguanta
muchas rarezas de los maridos; incluso maltratos físicos y morales
hasta el extremo de comentar
con las amigas ideas femeninas como esta:
“Yo soy muy feliz con mi
marido y estoy muy segura de su amor y fidelidad.”
Una contertulia le pregunta:
“¿Por qué estás tan segura?”
“¡Porque me pega y me castiga
siempre que tiene celos!”
Cuando contraje matrimonio
pensaba en estos comentarios y, a veces, me preocupaba porque mi marido no
presentaba signo de celos ni me pegaba; sería que no le importaba tanto mi
fidelidad o que tal vez él se permitiría engañarme con otras mujeres, pasó un
tiempo, asistimos a la boda de unos amigos y en el transcurso del baile el novio
quiso bailar conmigo y en un momento dado me dio un beso inocente (a mi
entender) en la mejilla; pasaron
dos días y mi esposo se comportó frío conmigo; yo no pude evitarlo y le dije:
“A ti te pasa algo, Andrés;
llevamos dos días en no me besas y andas mohíno conmigo.”
Su respuesta fue una tremenda
bofetada; me hizo sangrar por la boca y la nariz; tuve que permanecer una
semana en casa para que nadie viera el derrame y mi ojo izquierdo morado/negro
como consecuencia del golpe; también me reprochó diciendo:
“¡ ¿Encima de burlas de mi de
esta manera? Yo no puedo besar donde ha puesto los labios otro hombre!”
Aquello me sentó tan mal, que
le permití otra oportunidad de volver a pegarme.
No se lo que pueden pensar de
mi los demás; tengo la suficiente valentía y coraje como para hacer lo que hice
y que volveré a hacer si otro hombre me volviere a poner l mano encima.
Abané a mi marido esa misma
noche; a los pocos días me di cuenta que estaba embarazada de una encantadora
niña que acaba de cumplir dos añitos; él no ha querido firmar y reconocer a la
niña como hija, aludiendo mi abandono de hogar y la supuesta posibilidad de
de mi embarazo con otro
hombre.
El juez ha emitido, tras la
prueba de paternidad y comprobados los malos tratos de que fui objeto, una
sentencia de pensión vitalicia a cargo de mi maltratador y la negativa paternal
de
mi “enamorado” y celoso maridito.¡Juzgad vosotr@s!
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