jueves, 30 de junio de 2016

Diálogos en el Vaticano, 50. AQC. 932



Por la tarde me acerqué a ver Santa María la Mayor, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y “San Pietro ad Víncula”.

La basílica de Santa María la Mayor de Roma sobre la Colina de Esquilino,  sorprende al visitante por muchas cosas; su esbelta torre, su fachada primorosa y su interior acogedor y artístistico; yo iba con la mente puesta en un tesoro que encierran sus muros:el “Pesebre en que estuvo acostado y durmió Jesucristo al nacer.

Me gustaría abundar más  ofreciendo datos sobre muchas cosas que he visto, pero como en tantas otras ocasiones, me limito a contarlo tal como lo he vivido, y cada uno busque en las sabias Enciclopedias e Internet todo cuanto quiera averiguar y saber sobre los puntos humanos y divinos que existen sobre la faz de la tierra en que vivimos.

San Juan de Letrán, la Árchibasilica, fundada por Constantino en el siglo IV,  es una obra de arte superior con su famoso Baldaquinoy sus cinco naves, es la Catedral del Obispo de Roma, el Papa; estar bajo su techo te trasporta a los albores del Cristianismo, aunque también sea una etapa triste para muchos, ya que la influencia del Emperador sobrepasó los límites y borró muchos valores de nuestra Santa Madre Iglesia naciente y luchadora de los pasos sangrientos de los Apóstoles  perseguidos y Columnas madres de la Comunidad auténtica fundada por  Cristo Resucitado que había muerto en la Cruz.

Valores que fueron sustituidos por la protección y las alas ycostumbres tan relajadas de la Iglesia Constantiniana y el reinante “Cesaropapismo” reinante, cuyos ecos y modos de vida han llegado
hasta nosotros.

Estar en la Basílica San Pablo Extramuros, significa estar pisando una de las zonas primitivas de los inicios de la presencia cristiana en Roma; las Catacumbas de Santa Tecla y sus alrededores; los iconos más antiguos de Pedro, Juan, Andrés y Pablo; el comienzo de la bellay actual  Basílica, en el año 333 sobre las tumbas apostólicas y otros mártires cristianos, justifican que la Vía Ostiense sea en gran parte propiedad del Vaticano dentro del dominio territorial de la República italiana; el Templo ubicado en el número 186 de la citada Vía, marca su importancia para una de las puertas más básicas e importantes de la agonizante Roma Imperial en el siglo IV.
…….

No hay comentarios:

Publicar un comentario