No veo necesario
someter a mis posibles lectores en lo referente a la totalidad de la Tesis
Doctoral, en que se basa toda mi argumentación para hacer valer la ortodoxia de
mi posición e ideas teológica; dicha Tesis, como cuerpo centrar doctrinal
pertenece, como ya he dicho, más de una vez, al Depósito de la Fe, de la que es
guardiana la Santa Iglesia Católica, y que no debo dar a la luz, por razones de
fidelidad y respeto, hasta que no sea autorizado oficialmente por la propia
Iglesia.
Los Diálogos en el
Vaticano, los centro en las conversaciones que a modo de escrutinio fueron
mantenidas en las 4 diversas entrevistas con los propios miembros de la
Comisión Pontificia que oportunamente entregaría los informes resultantes al
Santo Padre, para el acertado proceder sobre mi persona y la Solicitud de
Dispensa de la Ley del Celibato.
Escrutinio al más alto
nivel eclesiástico en torno a un Sacerdote, un Obispo, un Religioso o Seglar,
Teólogo, te obliga, aunque tu no quieras, a vivir y recordar los exámenes de
Licenciatura o el grado de Doctorado en cualquier disciplina; pero la pura
sensación de un Sacerdote sometido con
actitud humilde a tal escrutinio es la cosa más parecida a los antiguos y
férreos interrogatorios de los viejos e hieráticos Tribunales de la
Inquisición.
...
...
Durante
varios días hubo unas conversaciones previas en que hicimos simple repaso de
todos los puntos del Esquema y Plan de Trabajo, conocido, de mi Tesis Doctoral;
son consideraciones básicas informáticas sobre el cuerpo y fiel desarrollo del
contenido textual; pero la Comisión de Fe buscaba algo más.
...
...
Yo estaba a la guardia de las preguntas capciosas, en las que se buscaban razones que motivaran sus sospechas de una clara desviación doctrinal por la que pudieran declararme “hereje” por oponerme a a la Doctrina Oficial de la Santa Sede; suena muy fuerte, pero ya estaba sobre aviso, aunque también totalmente tranquilo, pues admitiendo que mis planteamientos podían ser un tanto discordantes, no llegaban a negar verdad alguna de fe, ni mis palabras y/o afirmaciones personales contenían condenación de nadie.
...
DIALOGOS más
importantes: Aunque hubo más conversaciones teológicos con los teólogos y
clérigos, durante mi estancia en Roma, dentro y fuera del Estado Vaticano, sólo
he relatado los encuentros oficiales, a los que mejor se les podría llamar
“escrutinios”, en los que la Comisión Pontificia, creada al efecto, para
dilucidar si mi Solicitud incluía elementos de cierta o dudosa ortodoxia
católica.
Los que he llamado “Diálogos”,
o Escrutinios, son cuatro, los que figuran a continuación:
...
...
DIÁLOGO PRIMERO: Toda
una INCOGNITA???
El inicio fue sobre el
DINERO en la vida de un Sacerdote:
“Buenos días – dijo el
presidente del Tribunal - conocemos la Solicitud que ha hecho usted, señor
Tortosa; ¿es cierto que jamás cobró dinero alguno por su ejercicio sacerdotal o
en la administración de los Sacramentos?”.
“Así
es , Monseñor - respondí escuetamente yo – Buenos días”
(me resultó curioso
que lo primero interesante para él, fuera lo económico).
El
insistió: “¿y cómo se las arreglaba para sobrevivir, vestir, comer,
viajar?”
“Eso jamás fue un
problema para mi vida; he vestido pobremente, comí lo que había en cada lugar, y los viajes,
todos como misionero, los he tenido atendidos por el Obispo o la persona que ha
necesitado mis servicio; estuve dando clases en Colegios e Institutos de
Enseñanza pública y me pagaban un sueldo que, la mayor parte del mismo era
repartido entre quienes lo necesitaban de los compañeros o gente cercana a mi
vida.”
“¡Se ve que al hacerlo
sentía usted una cierta soberbia colocándose por encima de los demás!”
(Yo debí hacer algún
gesto físico que llamó su atención); y me dijo:
“Parece que le han
molestado mis palabras; por qué motivos actuaba usted, entonces”?
“El único motivo para
mi ha sido siempre el Evangelio, que nos muestra un Cristo pobre y desnudo de
cualquier cosa material de este mundo y así dijo a sus enviados a dar a conocer
su limpio Mensaje de Salvación; puede parecer muy duro; pero cuando se hace por
amor al Reino de los Cielos, resulta de lo más alegre y estimulante motivo;
¿usted no piensa igual, Monseñor”?
El añadió:
“Parece raro que un
Sacerdote y Misionero, que ha llevado ese género de vida tan afianzado en el
Evangelio, haya terminado por cansarse y,
creer que, cambiando de criterio ha decidido abandonar la vida clerical
y dedicar el resto de su vida a disfrutar lo que antes no ha querido o no ha
podido”
…….
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