Te
fuiste con dignidad,
como todos los abuelos
que han vivido muchos años,
con honradez y limpieza,
dejando hijos y nietos
de provecho y con razón.
Yo
sigo aquí junto al tronco
viejo, pero con tesón,
protegiendo con cuidado
tus retoños, nacen, crecen
por mis campos, mi terruño
lleno de paz y de sol.
Sigues teniendo derecho
que salta a la vida eterna,
por los siglos de los siglos;
en la vertedera el puño,
en la esteba apretando,
para acariciar la tierra...
... preñada de ricos frutos
beneficiosos y gratos,
para familia y vecinos;
pues todos crecemos juntos
limones, fresas, boniatos
higos, tomates, pepinos.
Cuando José te plantó,
hace más de cuarenta años,
confiamos con firmeza,
que tu futuro estaría
ligado a nuestro trabajo,
con amor y fortaleza.
Llevándonos tu la cuenta
de nuestro fallo y acierto,
toda clase de hortalizas,
días largos, noche lenta,
planté bajo el cielo abierto
con sudores y palizas:
+ ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario