2.-
“bajo
aquella roca negra
que
te impide ver el fondo
tienes
el camino abierto,
seguro,
luminosos, recto,
igual
que tu pensamiento;
y
esta es la cultura viva
de
aquellos hombres gigantes
y
las mujeres más bellas
que
milenios más atrás
de
este presente tiempo,
ocuparon
esta Isla
tanto
por fuera y por dentro,
como
su hogar doméstico
los
astronautas perdidos
en
el inmenso Universo.
Entra
sin miedo, muchacho
porque
nunca irás solo,
mi
temeroso humano,
llevas
acompañamiento;
esta
tan guapa doncella
y
este fuerte mancebo,
irán
siempre contigo,
iluminarán
con sus ojos
el
tenebroso sendero
del
corazón, arterias y venas
de
esta Isla marcada de signos
y
gratos recuerdos
de
los antepasados.
Durante
el largo trayecto
de
la noche y el averno;
oirás
dulces melodías
suaves,
tiernas, divinas,
celestiales,
de ensueño,
como
nunca habías oído
en
tu tan áspero mundo;
te
dejo ya en sus manos
como
un bebé tierno niño
que
descansa en el regazo
de
nuestros ángeles buenos
con
mi presencia a lo lejos,
yo
te seguiré muy cerca;
siempre
estaré conmigo”.
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