viernes, 10 de agosto de 2012

HABLA LA CRUZ DEL SUR,, 15, 4

4.-
   La cápsula se paró
cuando hubo llegado a mí;
cuatro seres gigantescos,
tres del sexo masculino
y una hermosa mujer;
me indicaron que subiera,
y me subieron por fin,
por pequeño no podía
hasta su interior subir;
como a un gracioso peluche
delante me colocaron,
y la cápsula partió
por donde había llegado,
sin hablar ni una palabra
me dijeron con la mente:

   “cien sabios te esperan hoy
y cien respuestas serán
las que tu, hombre terrestre,
a sus preguntas darás”.

   Yo acepté sólo pensando,
ya que ignoraba el idioma
de aquellos seres tan raros.
   En muy escasos segundos
me encontraba entre los cien,
ángeles, sabios o reyes,
en un círculo de honor;
paz, serenidad y bien,
nunca me sentí mejor.
   Sin mediar palabra humana
iniciaron las preguntas
cuyas respuestas yo daba
sólo con el pensamiento,
sinceridad exigida,
de cuánto yo recordaba.
.......

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