miércoles, 8 de agosto de 2012

HABLA LA CRUZ DEL SUR, 15, 3

.......
   Me lancé desnudo al agua
obedeciendo a la Cruz;
cuando en el fondo a la izquierda
encontré el oscuro túnel
y nadé, nadé, nadé...
mis pies tocaron el suelo
y sonámbulo o despierto...
...o soñando; no lo sé.
   Mis ojos eran linternas,
iluminaban paredes,
suelo, techo y horizonte.
   La luz de los ojos míos,
de la que la Cruz habló,
se hizo más clara y potente
hasta descubrir al fondo
que no estaba solo allí.
   Entre dulces melodías
de música celestial
inundaban las estancias
de aquella concavidad
que me llenaban el alma
de paz y seguridad.
   Descubrí allá a lo lejos
que una cápsula espacial
se me acercaba sin ruido,
sin estridencias ni avisos.
   Su silencio y mi silencio
quedó suspenso en el aire,
como hálito espiritual
de irrealidad y misterio.
.......

No hay comentarios:

Publicar un comentario