sábado, 11 de agosto de 2012

HABLA LA CRUZ DEL SUR, 15, 5

5.-
Aquella caverna inmensa
¿era un trocito de Cielo?
¿era un palacio de lujo?
¿era un rincón del infierno?
¿era el vientre de mi madre?
¿era el nido de la Ciencia?
Pregunté a la Cruz del Sur
entre sollozos callados
y el amor que me invadía;

 “es el trono donde posa
la Eterna Sabiduría”

Fue la respuesta a mí dada.

El diálogo misterioso
entre los sabios y yo
¿duró sesenta minutos
o quizás cientos de horas?
pues el concepto del tiempo,
el largo interrogatorio
y el contenido concreto
de mis respuestas humanas
se esfumaron con los sabios
como el humo y mis recuerdos,
pensamientos de mi mente
y aspiraciones del alma.

Amigos, no sintáis pena,
¡que ya para eso estoy yo!;
si algún producto causó
el olvido en mi memoria,
lo lamento más que nadie;
en ello me va la vida.
Los efectos pasarán,
yo volveré a recordar
las cien preguntas de sabios
y las cien respuestas dadas
por mi ignorancia y pobreza,
ya que son valores nobles,
ni envidiadas ni robadas.
Y ¡ellas ... son mi riqueza! 

.......

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