En la herencia de los genes
tenemos
el parecido
con
nuestros padres y abuelos:
ojos,
color, otros gestos
y
rasgos de los ancestros.
He calado en la memoria
de
conductas y valores
de
antepasados cercanos;
he
recordado palabras,
pensamientos
y respuestas.
Hoy le pregunto a mi mente:
¿Me dejarás, algún día,
entrar
espiritualmente,
a
comprobar si en la vida
también
se heredan los genes
que
te hace mejor, alma mía?
.......
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