NUESTRO COLEGIO
“ISABEL
ROSILLO_SANTO ANGEL”
A.Q.C.0988,
ASÍ
OCURRIÓ. 24
Una
vez el Colegio legalizado me sentí obligado por mi conciencia a darme a conocer
tal cual era y adopté el compromiso de explicar a mis alimn@s y a sus padres mi trayectoria personal,
previa a la fundación del colegio desde la terminación de estudios hasta que
fui ordenado Sacerdote, cuya trayectoria era tan simple como.
Ahora
os lo cuento a vosotros, amig@s de todo el mundo.
Entre
tanto se preparaba mi incorporación a la OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal
Hispano Americana), vehículo de
transmisión que había sido creado por la
Conferencia Episcopal Española en acuerdo con el Episcopado de América del Sur para hacer posible la
colaboración de Sacerdotes diocesanos de España en el terreno misional de
aquellos países.
Recibí
noticias del P. Ulpiano desde Lima y me hablaba de sus conversaciones con el
entonces Cardenal de Lima y Primado del Perú
que debía firmar el contrato de Servicio sacerdotal en su Arquidiócesis.
El estaba entusiasmado con este logro de verme trabajar en aquellas tierras y
cerca de él, que deseaba verme como
“báculo de su vejez” y en el campo misionero.
Aparte
de los preparativos de ordenación sacerdotal, yo tenía que preparar a mi
familia, en especial a mi madre, para esa separación física que se avecinaba.
Para la gente del campo, y también de la
ciudad, el hecho en sí de ir a misiones era impactante; las noticias que siempre han llegado a la
opinión pública sobre el trabajo en las misiones es de riesgo total por las
circunstancias que rodean a los habitantes de esas zonas del mundo donde el
atraso social, económico, cultural y religioso
es la tónica general. Hacer entender a las personas que más quieres, que
han estado a tu lado siempre, que han colaborado contigo en el día a día de
trece años de carrera universitaria; ropa, libros, dinero, viajes…
¿Qué
recompensa puede ser suficiente y satisfactoria a tantos desvelos y sacrificios
de mis padres, hermanos y vecinos?
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