lunes, 7 de marzo de 2016

(Diálogos en el Vaticano),14.AQC,901


Secretos de vida y gtitos de Fe

Hacemos un alto en los “Diálogos en el vaticano”, al que asistió , al dinal, como Teólogo observador y Asesor, en aquel momento,  un hombre Sabio, Santo,  Humilde y Valiente, hijo de un Comisario de la Gendarmería provincial alemana de Márkil, Joseph Rátzinguer y de una humilde costurera, María Peítner.   

1.- Sabio:
En la prolongada historia de la Iglesia Católica, no se recuerda a Papa alguno que haya tenido un dominio de la Teología aplicada como su Santidad el Papa Benedicto XVI.

Cuando escribo estas líneas , está a punto de traspasar las puertas del Vaticano, quizás para no volver jamás a su interior, mientras viva; después de muerto, no lo se: está por ver el protocolo que recibirá su cuerpo.

La última vez que pude hablar con él, antes de ser consagrado Obispo, comprobé, por sus gestos vivaces y amables, que me encontraba ante un futuro supremo Representante de Cristo en la Tierra. Y así fue.

2. Santo:
El Teólogo Joseph Ratzinger Peitner, escuchó con suma atención y respetomi exposición resumen de mi Tesis Doctoral, en la que se defendía con toda urgencia y necesidad  una reforma y actualización de la Ley del Celibato, incluida la admisión al sacerdocio de hombres casados ; al terminar mi intervención, este eminente Teólogo, asesor entonces de la Congregación DF, me sonrió e hizo un claro ademán de aplaudir mis palabras; una evidente manifestación de alegría, al comprobar que alguien más en la Iglesia actual, urgía ante la misma Comisión Pontificia  (y en la propia Sede de la CDF), la necesidad de poner al día, de una vez, la ineficaz norma prohibitiva.

Se puede decir ya, después de su decisión de dimitir como Papa,  que  es una demostración de la VIRTUD HEROICA.

Su silencio absoluto y respeto sobre el tema del celibato y la imposibilidad manifiesta a que ha sido sometido por los curiales del propio Vaticano y parte del mundo, dejan claro que este Papa  ha vivido, como sus cuatro últimos predecesores, esta virtud exigida  para la canonización de una persona santa, como “mártires del silencio”

3.- Humilde:
En sus cortos años de pontificado le ha tocado pedir, muchas veces, el público perdón al mundo por los pecados cometidos en ámbitos eclesiásticos; aunque tampoco debemos atribuirlos a tal norma, sí es cierto que estamos refiriéndonos a seres humanos débiles a los que nunca se les debía haber consentido abrazar un compromiso de tales características.

El hecho de pedir perdón, ya es en sí, un signo claro de humildad suprema en materia tan delicada.

4.- Valiente:
Ante una situación parecida, pocos seres humanos de los que conocemos, suele tener el arrojo y valentía de dar un paso similar cuando se trata de bajarse de la “poltrona del Poder establecido”; esto no se hace desde la cobardía; se necesita mucho valor para hacer uso pleno de la Libertad al más alto nivel.

Dejar las pompas humanas de sentirse a la cabeza de  una institución con más de mil millones de personas bajo su autoridad; sólo puede hacerlo un auténtico valiente paladín y un ejemplo modélico para la vida de cualquier ser humano.

GRATITUD MERECIDA
Gracias, JOSEPH RATZÍNGUER PEITNER, Obispo Emérito de Roma y Papa  Emérito del mundo, al que has amado y servido hasta el heroísmo.
Un amigo y para siempre, en la soledad de la celda que desde ahora ocupas para consumir tu vida en la oración ante Dios, por exquisita vocación, ya lejos de los múltiples ruidos de este mundo, de los que tanto y siempre has huido.
Siempre estaremos orando contigo.

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