Ññ.: Ñandú añadió desde la “Huasca”:
Nuestra mesa está teñida de hambre y
vergüenza, si contemplamos tantos miles de millones, que no tienen ni un trozo
de pan con que aliviar su falta de alimentación.
¡Son tantos seres humanos que no
pueden beber agua limpia y se ven obligados a consumir aguas sucias y
contaminadas ... que les conducen a morir víctimas de infecciones mortales!
África es un grito de dolor y
sequedad que inundan pampas, selvas y desiertos.
Sus caminos están repletos de
familias y huérfanos huyendo del terror de la muerte con que son inocentes
perseguidos por guerrilleros sedientos de poder, sexo, riquezas y venganzas.
Nuestro apetito de justicia social y paz, se agiganta hasta
la indignación, cuando recordamos que tantos pueblos civilizados han estado
robando las riquezas de los que hoy necesitan cruzar los desiertos, el mar,
las fronteras y las alambradas, para sobrevivir mal,
marginados y siendo unos contnuos sospechosos, en la casa de sus propios
usurpadores de antaño, en los países de Europa y América.
Son realidades que claman al Cielo y avergüenzan
al Suelo de la Tierra.
Reibindicamos para ellos alimento, agua y
dignidad.
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