CONTERLULIO del Banquete, 14:
Jj.-
José refirió nuestras veladas desde
la “Huasca”:
Os quiero recordar las horas de
vigilia, las veladas nocturnas hasta la madrugada en que, a veces con los ojos
cerrados, oíamos lo que otros decían y nosotros contestábamos, tras muchos
minutos de reflexión, meditación y calma.
Las grandes ideas que conducen
nuestras vidas, han sido engendradas en nuestra mente en la penumbra de
nuestras horas de sueño sin dormir.
La profundidad de nuestra intimidad
en el diálogo puro de nuestras inteligencias, se hacían carne de nuestra carne
y pensamientos de nuestro espíritu, y se traducían en vida de nuestra vida en
el desarrollo de nuestra actividad cotidiana.
Allí se fraguaban las ilusiones y la
realidad de nuestro futuro.
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