Buscando
soluciones, 6:
Los
ciudadanos de a pie de todos los países del mundo, dedicados a trabajar sin cesar,
día a día, gastando nuestra existencia en buscar el pan de nuestros hijos y el
logro de conseguir una vida digna, horrada y útil a los demás...
Entre
tanto hay entre nosotros seres humanos que, al ver el esfuerzo y dedicación de
las mayorías, intentan vivir a costa de los que tanto trabajan; algunos lo
logran
Al
pasar los años, aquellos siguen siendo pobres y éstos se han hecho inmensamente
ricos; algo está fallando.
Esto
no es nuevo; la historia de la humanidad es un buen testigo de esta lacra social
y económica.
En
todas las épocas hubo dueños y esclavos; hoy los sigue habiendo con la misma
virulencia, pero más sofisticación y malicia a la hora de conseguir sus
objetivos:
>
Será el dueño de una empresa o institución, que logró ser rico a fuerza de mal
aprovecharse del sudor y la buena voluntad de sus trabajadores; cuando ya es muy rico y no puede seguir
robando, cierra las puertas y deja en la calle y en el hambre a los miles de
familias que, sin recursos, caen en la miseria más feroz, como ya hemos visto
tantas veces.
>
Será la banca, en general, con la anuencia de los gobiernos de turno, la que ha
engañado a sus pobres clientes, ofreciendo y dando créditos que no iban a poder
pagar; así el dinero volverá con intereses y garantías familiares, que se
quedan más arruinados que antes, aparte de recibir cantidades de rescate, ya no
conceden créditos y se enriquecen aún más.
>
Será el Estado, en manos de “listillos”, que organizan con las leyes a su
favor, prometiendo todo lo que no pueden, ni saben ni quieren dar a los
sufridos ciudadanos, de los que sólo interesan sus votos para seguir gobernado,
medrando y subiendo impuestos con los que sostener sus altos sueldos, mientras
dejan en la cuneta del desempleo a los mismos que un día les entregaron el poder.
No
distinguimos ahora si el poder está en manos de los dictadores o los
demócratas, pues ambos son tiranos, hasta que demuestren lo contrario con la
fuerza de sus hechos en favor preferencial de los ciudadanos de este mundo.
No
condenamos a nadie; porque no nos corresponde.
Sí
advertimos el malestar generalizado creciente en la masa social.
Algo
está fallando en el sistema, y amenaza tormenta.
Seguimos
creyendo en la capacidad humana para corregir errores cometidos y para
encontrar nuevos caminos.
Sólo
interpelamos a la ciudadanía para que obliguen, con el poder de sus votos, a
todos los candidatos que aspiran a
gobernar, hasta lograr que CAMBIEN o SE VAYAN.
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2)
EL ALTIPLANO , 14:
Cullar-Chirivel
/ Orce-Oria,
en
la memoria de sus habitantes:
Al
encontrar vestigios del hombre del Paleolítico en el Altiplano, podemos afirmar
que hubo una tribu adelantada
presente
en nuestra zona hace sobre un millón setecientos mil años.
En
mis tiempos niños paseaba por todos los alrededores en
el
Cerro de Malagón; lo que hoy es una zona reservada y acotada, por los grandes
secretos que guarda en sí, como el
“YACIMIENTO
ARQUEOLÓGICO DE MALAGÓN”,
por
la Junta de Andalucía el 11 de diciembre de 2oo2.
Pero
hay que remontarse a treinta años antes en que yo, antiguo conocedor de los
subsodichos secretos, había ya encontrado numerosos objetos,como amuletos,
cuchillos de piedra de distintos usos y tamaños, era testigo del encuentro de
grandes piedras de uso funerario a las que los labradores que las levantaban arando
las tierras no daban importancia
alguna.
Había
también un antro entre las rocas y, con la ayuda de unas antorchas recorrí
túneles subterráneos, hasta que las antorchas se agotaron y tuve que regresar
al exterior.
Al
crecer y llegar a la adolescencia comencé a recolectar y guardar todo lo que
encontraba.
Terminé
los estudios y marché como Sacerdote misionero a Perú y otros puntos de América
del Sur; en mis correrías apostólicas por tierra de los Incas, pude comprobar
que la presencia de piedras colocadas y clavadas en wl suelo en los antiguos cementerios
del Tawantinsuyo marcaban el sitio
exacto en que había sido enterrada una persona, y recordé lo que había conocido
en el MALAGÓN.
Cuando
tras varios años volví a España, puse en marcha una campaña para dar a conocer
la importancia que este lugar del Altiplano tenía para la historia futura, la
que ahora estamos viviendo.
Casi
nadie creía lo que contaba ni daba crédito a mis hallazgos e investigaciones.
Hay
mucho más por descubrir.
Algo
más sorprendente.
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